sábado, 23 de febrero de 2013

Velasco aprobó invadir Arica en 1971


 La versión que recogemos y le da más valor histórico parte del portal web chileno Portalnet.cl, que detalla aquel periodo en que el Perú pudo cambiar su historia para siempre.
“Corría la década de los 70 en el Cono Sur, agitadas naciones, gobiernos inestables, dictaduras militares, países fuertemente armados y lamentablemente Chile no era uno de ellos.
“Chile rodeado por Argentina, Perú, Bolivia, estos dos primeros los que pusieron a Chile en jaque durante los 70 y parte de los 80. Países bajo dictaduras militares pero con una gran diferencia, el armamento.

Perú imbatible 

“Argentina y el Perú estaban por sobre Chile en armamento y efectivos de las Fuerzas Armadas. El Perú contaba con una de las fuerzas aéreas más grandes de Latinoamérica con más de 100 aviones de combate, 600 tanques T-55 rusos y artillería de campaña.
“El Perú a principio de la década de los 70 se entrenó, armó y preparó a sus fuerzas para una guerra en contra de Chile para recuperar Arica y Tarapacá.
“En 1971, el general Juan Velasco, presidente del Perú, aprobó el plan peruano de invasión a Chile, pues existía la intención, los medios y las armas para hacerlo. El Perú estaba consolidado como una potencia militar en la región, solo faltaba el momento adecuado para invadir a los mapochinos y ese día estuvo muy cerca, el 11 de septiembre de 1973 y el 6 de agosto de 1975.

Nervios chilenos 

“A las ocho y cuarto de la mañana del 11 de septiembre de 1973 sonó el citófono en la oficina del coronel Mena, comandante del regimiento Rancagua de Arica.
“Era el general Forestier, quien desde Iquique le comunicaba que las Fuerzas Armadas estaban asumiendo el gobierno y que debía aplicar inmediatamente el plan de seguridad interior, previsto para casos de extrema emergencia.
“Minutos antes, el regimiento, con su banda de música y el tambor mayor a la cabeza, había salido marchando hacia el centro de la ciudad, a fin de practicar el desfile del 18 de septiembre.
“Mena corrió entonces a la guardia y ordenó al corneta de servicio tocar alto la marcha, reunión de oficiales al trote.
“Así de hermético se había mantenido el secreto de la fecha en que se desencadenaría la intervención militar.
“Yo —recuerda Mena— mandaba la unidad más importante del país y nadie me había advertido nada. Luego de cerrar la frontera, llamé sin tardanza al general Artemio García, comandante de la guarnición de Tacna, y le informé que el movimiento de tropas que estábamos realizando no tenía nada que ver con el Perú. Era absolutamente necesario explicarle la situación porque en momentos en que la tensión militar entre ambos países era evidente cualquier mal entendido podía acarrearnos graves consecuencias. Afortunadamente me creyó".
“El tema se hacía más crítico, pues con la caída de Allende se evaporaba la solidaridad ideológica que hasta entonces había contribuido a contener la guerra que preparaba el Perú, cuyo plan de invasión había sido aprobado por Velasco Alvarado en mayo de 1971.

Acción “Relámpago” 

“García dio cuenta de inmediato a sus superiores. Antes de las 10:00 de esa mañana el alto mando peruano se reunió en el Palacio de Pizarro para evaluar la situación. Era la ocasión perfecta para que Velasco y los 'halcones' que formaban parte de su gobierno dieran luz verde a una acción relámpago sobre Arica, aprovechando la vulnerabilidad militar chilena.
“Esta vulnerabilidad era cierta. Las Fuerzas Armadas, volcadas hacia el interior para lograr rápidamente el control del país, estaban desplazando parte de su contingente, vía aérea, hacia Santiago, lugar donde se suponía habría mayor resistencia.
“Por otra parte, avalados por la información que estaban recibiendo de sus servicios de inteligencia, en dicha cita se analizaron otras posibilidades.
“No era descartable, por ejemplo, que las fuerzas chilenas se dividieran dado que apenas tres semanas antes el general Prats había renunciado al mando del Ejército porque su posición, cercana a Allende, no era compartida por la gran mayoría del cuerpo de generales.
“Quizás ahora —especularon algunos de los presentes— éste podría encabezar la resistencia a los golpistas, arrastrando tras de sí a una parte de los militares.
“Si eso ocurría, estallaría en Chile la guerra civil, generándose un escenario aún más propicio para llevar adelante las operaciones bélicas planificadas.
“Todo hacía aconsejable esperar el desarrollo de los acontecimientos antes de tomar una decisión irrevocable, posición que fue apoyada especialmente por la Marina peruana.

Fidel 

Durante setiembre, la aviación peruana reforzó sus ejercicios de tiro de combate en el Callao, con el fin de mejorar su precisión y comparar su puntería con la de los Hawker Hunter que habían bombardeado La Moneda, mientras que sus fuerzas terrestres y marítimas aceleraban sus aprestos de guerra.
“Por su parte, el general Francisco Morales Bermúdez, de visita en Cuba, recibió una sorprendente oferta de parte de Fidel: 'Tengo todo preparado, los tanques y 12.000 hombres para caer sobre Arica junto a ustedes'".
“Chile estaba en una situación difícil y claramente ventajosa para Perú, a eso había que agregar una presunta ayuda de Cuba para invadir Chile.
“Más allá de las declaraciones de buena crianza, Chile estaba al tanto que el alto mando peruano ya tenía afinado el plan definitivo para invadir nuestro país y que solo esperaba la ocasión propicia.

Ejemplo: el Yom Kippur 

“En efecto, en marzo habían terminado de readecuar su planificación de guerra con la información obtenida de exiliados en Argentina y con los datos recogidos por sus veedores en la guerra del Yom Kippur de octubre de 1973.
“En esa oportunidad, mil tanques T-55 de Siria y Egipto, similares a los que disponía el Perú, cruzaron el Canal de Suez en una operación ofensiva contra Israel que conjugaba velocidad, sorpresa y oportunidad.
Asimilando las lecciones allí aprendidas, el Estado Mayor peruano dispuso su propio operativo que en líneas generales consistía en "desplegar en un frente de 2,5 kilómetros desde Chacalluta hacia el este, dos agrupamientos, uno compuesto por unidades blindadas y otro por unidades motorizadas con caballería blindada.

Bases en escombros 

“El problema de fondo en Chile era la pobreza en materia de armamento. En esos momentos el Perú tenía asegurado el dominio aéreo. La única base chilena se ubicaba en Cerro Moreno (Antofagasta), pues Los Cóndores de Iquique estaba reducido a escombros.
“Si bien a unos 30 kilómetros al sur de esa ciudad existía una pista, ni siquiera contaba con agua y electricidad. Según el entonces coronel Fernando Matthei, en marzo hubo de cerrarse la Academia de Guerra, destinando a profesores y alumnos a reforzar las distintas unidades y cuarteles generales.
"El general Leigh me nombró jefe del Departamento de Planes y me dijo: "Su misión será preparar a la Fuerza Aérea para la guerra, porque las cosas con Perú se están poniendo muy serias".

3 comentarios:

  1. la oportunidad esta sienpre de lado peruano el tahuatinsuyo siepre es peruano solo falta izar la bandera del tahuantinsuyo en los cuatro suyos el dia 24 de junio de cada año donde existe un peruano exsiste un soldado tahuantinsuyano

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    1. El soldado tahuantisuyano, es por Geografía y por etnia eminentemente infante. VIVA EL PERU.

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  2. Ese soldado tahuantisuyano por etnia y Geografía es eminentemente infante, y a pesar de nuestras VULNERABILIDADES ahondadas más en el gobierno de TOLEDO EL MAS PAPANATAS DE TODOS LOS PRESIDENTES AL PENSAR QUE CON LA MODERNIDAD NO HABIA QUE INVERTIR EN ARMAMENTO sino más bien reducir la compra de material belico,pues debemos utilizar también nuestra geografia, como una arma más sumada a la marina y aviación. VIVA EL PERU.a tte. Jopebesa.

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