La versión que
recogemos y le da más valor histórico parte del portal web chileno
Portalnet.cl, que detalla aquel periodo en que el Perú pudo cambiar su
historia para siempre.
“Corría la
década de los 70 en el Cono Sur, agitadas naciones, gobiernos
inestables, dictaduras militares, países fuertemente armados y
lamentablemente Chile no era uno de ellos.
“Chile rodeado
por Argentina, Perú, Bolivia, estos dos primeros los que pusieron a
Chile en jaque durante los 70 y parte de los 80. Países bajo dictaduras
militares pero con una gran diferencia, el armamento.
Perú imbatible
“Argentina y el
Perú estaban por sobre Chile en armamento y efectivos de las Fuerzas
Armadas. El Perú contaba con una de las fuerzas aéreas más grandes de
Latinoamérica con más de 100 aviones de combate, 600 tanques T-55 rusos y
artillería de campaña.
“El Perú a
principio de la década de los 70 se entrenó, armó y preparó a sus
fuerzas para una guerra en contra de Chile para recuperar Arica y
Tarapacá.
“En 1971, el
general Juan Velasco, presidente del Perú, aprobó el plan peruano de
invasión a Chile, pues existía la intención, los medios y las armas para
hacerlo. El Perú estaba consolidado como una potencia militar en la
región, solo faltaba el momento adecuado para invadir a los mapochinos y
ese día estuvo muy cerca, el 11 de septiembre de 1973 y el 6 de agosto
de 1975.
Nervios chilenos
“A las ocho y
cuarto de la mañana del 11 de septiembre de 1973 sonó el citófono en la
oficina del coronel Mena, comandante del regimiento Rancagua de Arica.
“Era el general
Forestier, quien desde Iquique le comunicaba que las Fuerzas Armadas
estaban asumiendo el gobierno y que debía aplicar inmediatamente el plan
de seguridad interior, previsto para casos de extrema emergencia.
“Minutos antes,
el regimiento, con su banda de música y el tambor mayor a la cabeza,
había salido marchando hacia el centro de la ciudad, a fin de practicar
el desfile del 18 de septiembre.
“Mena corrió entonces a la guardia y ordenó al corneta de servicio tocar alto la marcha, reunión de oficiales al trote.
“Así de hermético se había mantenido el secreto de la fecha en que se desencadenaría la intervención militar.
“Yo —recuerda
Mena— mandaba la unidad más importante del país y nadie me había
advertido nada. Luego de cerrar la frontera, llamé sin tardanza al
general Artemio García, comandante de la guarnición de Tacna, y le
informé que el movimiento de tropas que estábamos realizando no tenía
nada que ver con el Perú. Era absolutamente necesario explicarle la
situación porque en momentos en que la tensión militar entre ambos
países era evidente cualquier mal entendido podía acarrearnos graves
consecuencias. Afortunadamente me creyó".
“El tema se
hacía más crítico, pues con la caída de Allende se evaporaba la
solidaridad ideológica que hasta entonces había contribuido a contener
la guerra que preparaba el Perú, cuyo plan de invasión había sido
aprobado por Velasco Alvarado en mayo de 1971.
Acción “Relámpago”
“García dio
cuenta de inmediato a sus superiores. Antes de las 10:00 de esa mañana
el alto mando peruano se reunió en el Palacio de Pizarro para evaluar la
situación. Era la ocasión perfecta para que Velasco y los 'halcones'
que formaban parte de su gobierno dieran luz verde a una acción
relámpago sobre Arica, aprovechando la vulnerabilidad militar chilena.
“Esta
vulnerabilidad era cierta. Las Fuerzas Armadas, volcadas hacia el
interior para lograr rápidamente el control del país, estaban
desplazando parte de su contingente, vía aérea, hacia Santiago, lugar
donde se suponía habría mayor resistencia.
“Por otra parte,
avalados por la información que estaban recibiendo de sus servicios de
inteligencia, en dicha cita se analizaron otras posibilidades.
“No era
descartable, por ejemplo, que las fuerzas chilenas se dividieran dado
que apenas tres semanas antes el general Prats había renunciado al mando
del Ejército porque su posición, cercana a Allende, no era compartida
por la gran mayoría del cuerpo de generales.
“Quizás ahora
—especularon algunos de los presentes— éste podría encabezar la
resistencia a los golpistas, arrastrando tras de sí a una parte de los
militares.
“Si eso ocurría,
estallaría en Chile la guerra civil, generándose un escenario aún más
propicio para llevar adelante las operaciones bélicas planificadas.
“Todo hacía
aconsejable esperar el desarrollo de los acontecimientos antes de tomar
una decisión irrevocable, posición que fue apoyada especialmente por la
Marina peruana.
Fidel
Durante
setiembre, la aviación peruana reforzó sus ejercicios de tiro de combate
en el Callao, con el fin de mejorar su precisión y comparar su puntería
con la de los Hawker Hunter que habían bombardeado La Moneda, mientras
que sus fuerzas terrestres y marítimas aceleraban sus aprestos de
guerra.
“Por su parte,
el general Francisco Morales Bermúdez, de visita en Cuba, recibió una
sorprendente oferta de parte de Fidel: 'Tengo todo preparado, los
tanques y 12.000 hombres para caer sobre Arica junto a ustedes'".
“Chile estaba en
una situación difícil y claramente ventajosa para Perú, a eso había que
agregar una presunta ayuda de Cuba para invadir Chile.
“Más allá de las
declaraciones de buena crianza, Chile estaba al tanto que el alto mando
peruano ya tenía afinado el plan definitivo para invadir nuestro país y
que solo esperaba la ocasión propicia.
Ejemplo: el Yom Kippur
“En efecto, en
marzo habían terminado de readecuar su planificación de guerra con la
información obtenida de exiliados en Argentina y con los datos recogidos
por sus veedores en la guerra del Yom Kippur de octubre de 1973.
“En esa
oportunidad, mil tanques T-55 de Siria y Egipto, similares a los que
disponía el Perú, cruzaron el Canal de Suez en una operación ofensiva
contra Israel que conjugaba velocidad, sorpresa y oportunidad.
Asimilando las
lecciones allí aprendidas, el Estado Mayor peruano dispuso su propio
operativo que en líneas generales consistía en "desplegar en un frente
de 2,5 kilómetros desde Chacalluta hacia el este, dos agrupamientos, uno
compuesto por unidades blindadas y otro por unidades motorizadas con
caballería blindada.
Bases en escombros
“El problema de
fondo en Chile era la pobreza en materia de armamento. En esos momentos
el Perú tenía asegurado el dominio aéreo. La única base chilena se
ubicaba en Cerro Moreno (Antofagasta), pues Los Cóndores de Iquique
estaba reducido a escombros.
“Si bien a unos
30 kilómetros al sur de esa ciudad existía una pista, ni siquiera
contaba con agua y electricidad. Según el entonces coronel Fernando
Matthei, en marzo hubo de cerrarse la Academia de Guerra, destinando a
profesores y alumnos a reforzar las distintas unidades y cuarteles
generales.
"El general
Leigh me nombró jefe del Departamento de Planes y me dijo: "Su misión
será preparar a la Fuerza Aérea para la guerra, porque las cosas con
Perú se están poniendo muy serias".
la oportunidad esta sienpre de lado peruano el tahuatinsuyo siepre es peruano solo falta izar la bandera del tahuantinsuyo en los cuatro suyos el dia 24 de junio de cada año donde existe un peruano exsiste un soldado tahuantinsuyano
ResponderEliminarEl soldado tahuantisuyano, es por Geografía y por etnia eminentemente infante. VIVA EL PERU.
EliminarEse soldado tahuantisuyano por etnia y Geografía es eminentemente infante, y a pesar de nuestras VULNERABILIDADES ahondadas más en el gobierno de TOLEDO EL MAS PAPANATAS DE TODOS LOS PRESIDENTES AL PENSAR QUE CON LA MODERNIDAD NO HABIA QUE INVERTIR EN ARMAMENTO sino más bien reducir la compra de material belico,pues debemos utilizar también nuestra geografia, como una arma más sumada a la marina y aviación. VIVA EL PERU.a tte. Jopebesa.
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